NOTICIA: La gestión de los residuos, clave para el empleo y el cambio climático.

Reciclar los envases, reparar una prenda de ropa en vez de sustituirla por otra nueva, reutilizar las sobras de la comida... e incluso compartir el coche con compañeros de trabajo son gestos de economía circular, el conocido modelo de producción y consumo que aprovecha los residuos, alarga la vida a los productos y reduce el consumo de materias primas.

Este concepto no es nuevo ni tampoco una moda, sino el 'leitmotiv' de una hoja de ruta que busca garantizar el crecimiento sostenible del planeta apostando por productos, materiales y recursos que se mantengan en el ciclo productivo durante el mayor tiempo. Para ello, las administraciones, las empresas y los ciudadanos ya reman, desde sus respectivos mandos, para que este barco alcance velocidad de crucero.

Para abordar los pasos realizados y también los venideros en el campo de la economía circular y el cambio climático en la Región de Murcia, ayer se celebró el segundo encuentro organizado por LA VERDAD e impulsado por Fundación Ecolec en el que intervino un nutrido panel de expertos relacionados con el sector ambiental. El evento, moderado por el jefe de Edición del diario, Víctor Rodríguez, tuvo lugar en el Hotel Agalia de Murcia, donde los participantes intercambiaron sus experiencias, proyectos y visiones de futuro.

El director general de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma, Francisco Marín, adelantó que la Estrategia Regional de Economía Circular se adaptará al marco europeo y nacional, así como a los sectores regionales, «porque debemos engarzar todos los documentos para entender cómo actuar las administraciones, empresas y ciudadanos». De todos los apartados, se detuvo en el uso eficiente del agua que se realiza en la Región, donde el 99% se depura y de esa cantidad, se reutiliza el 98%: «Esperemos que los fondos europeos 'Next Generation' sirvan para mejorar esta infraestructura», añadió, presumiendo de que «somos líderes» en la gestión hídrica.

Además, Marín apostó por potenciar un mercado de materias primas secundarias «tecnológicamente seguro y rentable» y lamentó el bajo reciclaje de residuos de construcción y demolición.

Apuesta por las pedanías

La concejala de Movilidad Sostenible y Limpieza Viaria de Murcia, Carmen Fructuoso, resumió las iniciativas puestas en marcha por el Ayuntamiento, entre ellas la elaboración de la Estrategia de Economía Circular del municipio, que se encuentra en fase de consulta y recopilación de iniciativas antes de iniciar el desarrollo de un Plan de Acción; la implantación del quinto contenedor (el marrón para residuos orgánicos) en el barrio de La Flota y en algunas plazas de abastos y que en una segunda fase se llevará a las pedanías; y la ampliación del servicio de recogida de podas agrícolas a 55 pedanías. «Se trata de acercar la economía circular al día a día de los vecinos del municipio», subrayó la edil.

También avanzó las acciones previstas en los próximos meses, como un taller de reciclaje de bicicletas abandonadas para entregarlas a las familias sin recursos, mercadillos temáticos de objetos de segunda mano (ropa, libros, videojuegos), guías de oficios (zapateros, modistas, reparadores de pequeños electrodomésticos) y charlas educativas en los colegios.

Actores del cambio

«La universidad no es un ente aislado, por lo que tiene que estar interrelacionada con todos los sectores y agentes que promulgan el cambio en la Región de Murcia», apostilló la vicerrectora de Planificación de Infraestructuras de la Universidad de Murcia (UMU), Belén López, resaltanto que «la educación es la primera condición para intentar contribuir a la sostenibilidad». Precisamente, cuenta con el sistema de gestión ambiental Campus Sostenible y Saludable, el cual incide en el desarrollo de las energías renovables, el ahorro y la eficiencia energética, así como en la mejora de la gestión ambiental en todo el complejo. «Intentamos concienciar a los 35.000 alumnos para que sean gestores ambientales», confesó.

En este sentido, la UMU dispone de instalaciones de energías renovables (fotovoltaica, térmica, eólica, geotermia) y un huerto ecológico en el campus de Espinardo que destina una parte de la cosecha a los bancos de alimentos regionales, entre otras iniciativas.

Planta de referencia

La planta para el tratamiento de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), situada en el Centro de Tratamiento de la pedanía murciana de Cañada Hermosa, ha registrado un crecimiento exponencial en los últimos tres años: de las 9.000 toneladas de RAEE recicladas en 2018 a las 16.000 en 2020, lo que se traduce en un incremento del 45%. Así lo comunicó el director general de Global París, Miguel López Abad, quien agradeció el resultado de estas cifras a la colaboración que mantiene con la red nacional de SCRAP (sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor), incluida Fundación Ecolec.

Recordó que el dato del pasado ejercicio se infló gracias a que la infraestructura murciana asumió el tratamiento de residuos (sobre todo, frigoríficos) de la planta de Sevilla, que tuvo problemas técnicos. «Recibimos miles de frigoríficos, lo que nos ayudó a incrementar la producción y a contratar más personal», afirmó López Abad, añadiendo que «un frigorífico sin tratar en una planta especializada contamina lo mismo que un vehículo diésel recorriendo 15.000 km».

14 kilos por ciudadano

Una visión que compartió el director general de Fundación Ecolec, Luis Moreno, quien puso en valor la importancia de reciclar los aparatos eléctricos y electrónicos al final de su vida útil «porque vivimos rodeados de ellos». De hecho, esta organización sin ánimo de lucro alcanzó las 115.820 toneladas de RAEE correctamente gestionadas en 2020, un techo que volvió a superar por cuarto año consecutivo. «Y en 2021 estamos creciendo por encima del ejercicio anterior», avisó.

A nivel regional, Fundación Ecolec gestionó el pasado año más de 3.100 toneladas de dichos residuos; es decir, un 15% más que en 2019. Esta tendencia alcista se mantiene a día de hoy, puesto que «ya llevamos más de la mitad de todo lo que hicimos el año pasado, con un crecimiento prácticamente del 30%», aseguró Moreno.

Al hilo, arrojó los 53,6 millones de toneladas de residuos eléctricos y electrónicos que se generaron en el mundo en 2019, lo que equivale a siete kilos por habitantes. En España, ese dato se duplicó. «Aunque puede parecer un problema, hay que verlo como una oportunidad. Tenemos que hacer de nuestros residuos las minas del futuro, siendo capaces de recuperar los materiales que ya hemos tratado para volverlos a utilizar», animó, y lo ejemplificó: «El 80% de los cables de cobre fabricados en Europa se producen con cobre reciclado a partir de RAEE».

Puesta en valor

Por su parte, el director gerente de Amusal, Francesc Abad, presentó el primer Observatorio de Oportunidades de Negocio de Economía Circular de la Región de Murcia, que tiene como objetivo apoyar a las empresas regionales a partir de la puesta en valor de sus residuos. «Nosotros tenemos un compromiso con la sostenibilidad, el empleo, el entorno y el desarrollo local», reiteró.

En la parte final del encuentro intervinieron Antonio Igualada, director de Ferrovial; Ana Esteve, delegada de tratamiento de RSU en Murcia de Urbaser; Juan José Alarcón, director del Cebas; Mª del Pilar Flores, responsable del Equipo de Sostenibilidad y Calidad Hortofrutícola del Imida; Silvana Ruipérez, responsable de EMINE en Murcia de Fundación Mediterráneo; Consuelo Romero, directora de Calidad y Medio Ambiente de Eversia; Raúl Morales, fundador y CEO de Soltec; María Cruz Ferreira, directora de la Agencia Local de Energía y Cambio Climático de Murcia; y Juan Ramón Escoda, secretario general de AEMA-Región de Murcia, quienes mostraron las buenas prácticas que realizan sus empresas y organismos para fomentar la economía circular y el cambio climático.

 

FUENTE: https://www.laverdad.es/eventos/gestion-residuos-clave-20210623002948-ntvo.html