¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE EL RECICLAJE DE ALUMINIO?

Aunque no lo parezca, las latas, envases y otros productos de aluminio juegan un papel fundamental en el sistema de economía circular.

El aluminio es un metal no ferromagnético presente en la mayoría de las rocas y vegetación de la corteza terrestre de nuestro planeta. Su uso abarca todo tipo de materiales y puede ser reutilizado infinitamente mediante el proceso de reciclaje.

Este material se utiliza en diversos sectores, siendo sus principales características la ligereza, la durabilidad, la comodidad y la capacidad de aislamiento.

Como dato curioso, es importante saber que aproximadamente el 75% del aluminio producido durante el último siglo a nivel mundial, aún se utiliza mediante diferentes formas gracias al reciclaje. Además, se trata de un material que no pierde ni modifica sus propiedades tras el proceso de reciclado.

De ahí que se pueda reciclar una y otra vez sin perder su calidad y, a su vez, se le considere un material íntegramente circular.

En este artículo descubriremos cuáles son algunos de los aspectos más importantes que debemos conocer sobre el aluminio.

Ciclo de Vida del Aluminio

El aluminio cuenta con un ciclo de vida con el que muy pocos materiales pueden competir o llegar a igualar. Esto se debe a su alta capacidad de resistencia a la corrosión, así como al hecho de poder reutilizarse indefinidamente, entre tantos otros aspectos.

A continuación, veamos cuáles son las distintas fases por las que pasa el aluminio durante su ciclo de vida.

Extracción de Bauxita

El aluminio se extrae de la bauxita, un mineral que posee un contenido de aluminio relativamente alto. De modo que esta “roca sedimentaria” (generalmente de color rojizo y variado en tonos pardos), es la materia prima de este tipo de metal.

Obtención de Alúmina

En este paso, la bauxita extraída debe convertirse en alúmina, que es el óxido de aluminio. Su procedimiento consiste en lavar y moler la bauxita para mezclarla con sosa cáustica a elevadas temperaturas.

De este modo, obtendremos una alúmina lo suficientemente limpia y pura para ser tratada en el siguiente paso, ya que los óxidos de aluminio se separan de aquellos componentes de la bauxita irrelevantes para nuestro proceso.

Producción Primaria de Aluminio

Una vez obtenida la alúmina, se debe convertir en aluminio mediante la electrólisis, que es el proceso que separa los elementos de un compuesto por medio de la electricidad. De este modo, se consigue como resultado un aluminio en estado líquido bastante puro.

Transformación del Aluminio

En el momento en que el aluminio ya se encuentre en estado sólido, dicho metal se someterá a un proceso de transformación para adaptarse a las diferentes aplicaciones y usos que se le quiera dar al material posteriormente. Entre los procesos más habituales de este aluminio primario, podemos destacar los siguientes:

  • Extrusión

Este proceso permite dar al aluminio casi cualquier forma que podamos imaginar. Para ello, se utilizan perfiles prefabricados o hechos a medida. Algunos de los muchos ejemplos de objetos que se pueden fabricar son: ventanas y puertas, estructuras, otros sectores de industrias como el automovilístico o la aviación, etc.

  • Laminado

Como su propio nombre indica, en este paso se lleva a cabo el proceso de laminación. Éste, puede realizarse a través de “laminación en caliente”, “laminación en frío”, o bien, mediante un “tren de laminación”.

Además, debido a su gran maleabilidad existen diferentes tipos de aluminio laminado en función de su uso: hoja o chapa de aluminio, tubos, rollo, alambre o incluso el propio y típico papel de aluminio que todos tenemos en casa, entre otros.

  • Fundición o Moldeado

El moldeado o fundición de aluminio es un proceso en el que, dependiendo de la pieza a fundir, se vierte en un molde la cantidad necesaria de metal fundido. El objetivo es extraer una pieza con la forma y medidas del molde utilizado, una vez que el líquido ya esté solidificado.

Sus aplicaciones y usos abarcan todo tipo de sectores: edificios, vehículos y otros medios de transporte, electrónica, transmisión de calor, etc.

  • Reciclado

El proceso de reciclaje del aluminio tan solo necesita de un 5% de energía para la producción del metal primario. Es decir, se consigue un ahorro de energía de hasta un 95% en comparación con la energía necesaria para producir aluminio que haya sido extraído directamente de la bauxita.

Todo el aluminio reciclado y recuperado tras su uso en diversas aplicaciones, se transforma en materia prima para poder producir nuevos productos de aluminio.

Proceso de Reciclaje del Aluminio

Cuando hablamos de reciclaje, siempre nos referimos al hecho de dar una nueva vida a los residuos después de su correspondiente tratamiento y revalorización como “nuevos productos o materiales”.

Dicho esto, debemos saber que todos los productos de aluminio que conocemos son completamente reciclables. Por esta razón deben ser considerados como materia prima, y no como residuos. Aun así, hay que tener en cuenta que la única manera de evitar que se agote este recurso natural es consiguiendo un índice de reciclaje mundial del 100%.

En cuanto al proceso de reciclado del aluminio en sí, pasa por las siguientes fases o etapas:

  • Clasificación Selectiva

El propio consumidor se encarga de depositar los respectivos envases metálicos en el contenedor amarillo.

  • Recolección

Recogida del aluminio y transporte al centro o planta de reciclaje.

  • Separación

En esta fase se separa el aluminio de otros posibles residuos mediante un imán gigante.

  • Trituración y Purificación

Se procede a triturar y purificar el aluminio.

  • Fundición

Se funden los fragmentos del aluminio obtenido en el paso anterior.

  • Fabricación

En el proceso de fabricación se crean nuevos objetos y envases de aluminio.

  • Distribución y Consumo

Finalmente, se distribuyen los nuevos productos para sus correspondientes usos y consumo.

*Reciclaje Infinito:

Así es, tal y como decíamos anteriormente, el aluminio es uno de los materiales más reciclables, ya que se puede reciclar al 100% una y otra vez sin perder sus propiedades físicas. Este material se caracteriza principalmente por ser ligero, maleable, resistente y poseer una capacidad de conducción tanto del calor como de la electricidad.

Por todo ello, es evidente que al reciclar aluminio nos encontramos ante un claro ejemplo de economía circular.

¿Qué Envases Metálicos debo tirar en el Contenedor Amarillo?

Ahora bien, a pesar de la buena y cada vez mayor concienciación ambiental de la sociedad actual, aún hay quienes tienen sus dudas sobre la manera correcta de reciclar los envases metálicos.

Y es que el contenedor amarillo, continúa siendo uno de los que más dudas genera. Pues además de tetrabriks, botellas y envases de plástico, también debemos depositar los siguientes envases metálicos:

  • Latas de Cerveza y Refrescos.
  • Latas y Envases de Conservas.
  • Cápsulas de Café.
  • Papel de Aluminio.
  • Bandejas y Recipientes de Aluminio.
  • Botes de Desodorante.
  • Tapas de Metal y Chapas.

Ventajas de Reciclar Aluminio

Ya hemos visto que reciclar aluminio nos puede ofrece un sinfín de ventajas y beneficios. No obstante, y a modo de resumen, veamos cuáles son las principales a destacar:

  • Beneficios medioambientales, ya que permite reducir las emisiones de CO2.
  • Gran ahorro tanto energético como en materias primas.
  • Material recuperado 100% reciclable.
  • Posibilidad de reciclaje de forma indefinida manteniendo intactas cada una de sus propiedades.
  • Para el reciclaje de aluminio se necesita una temperatura un 50% menor de la que se requiere para el procesamiento del aluminio virgen (también conocido como aluminio primario), lo que corresponde a un ahorro de energía aproximado del 90% al 95%.