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¿CÓMO ESTÁ AFECTANDO EL CORONAVIRUS A NUESTRO PLANETA?

Una de las consecuencias más inesperadas del brote de coronavirus, ha sido el “descanso” para nuestro planeta.

Fábricas y negocios cerrados, autopistas vacías, calles desérticas… son algunos de los escenarios que se repiten en todo el mundo a medida que la pandemia del coronavirus avanza inevitablemente.

El descenso de la cantidad de desplazamientos en vehículos a motor, la disminución de la producción industrial y el consumo se traducen en menos contaminación, aguas más limpias y cielos más claros.

Como todos sabemos, la reducción en las emisiones de gases que contribuyen al cambio climático ha sido global. Sin embargo, es lamentable y desolador que todo sea por causa de esta pandemia global que está afectando a todo el mundo.

Ahora bien, en el aspecto ambiental, probablemente se trate de un descanso momentáneo para la Tierra, ¿o no? ¿Aprenderemos la lección? Realmente servirá esta gran crisis mundial al ser humano para no volver a cometer los mismos errores? ¿Para valorar lo que tenemos y mentalizarnos?

A la hora de la verdad no hay dinero que valga, no hay clases sociales ni distinciones, no hay color, no hay edad, no hay fronteras. Cuando la madre naturaleza nos presenta una catástrofe de tal magnitud, lo que en realidad nos está queriendo decir es que algo no va bien, algo no estamos haciendo bien, y podemos remediarlo.

A continuación, veamos cómo ha afectado esta epidemia en las zonas más afectadas hasta día de hoy.

 

China
El cierre de fábricas y comercios en China, junto a las restricciones de viaje impuestas para hacer frente a la epidemia de covid-19, se ha traducido en una bajada sustancial en el consumo de combustibles fósiles en el país asiático. Pues dicha situación, ha producido una caída de al menos un 25% en sus emisiones de dióxido de carbono.

Por otro lado, según varios indicadores, la demanda de electricidad y la producción industrial de China, permanecen muy por debajo de sus niveles habituales.

Lauri Myllyvirta, es analista en el Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA) de Estados Unidos. Según sus cálculos, durante tres semanas China emitió 150 millones de toneladas métricas (mtm) de CO2 menos que durante el mismo período el año pasado.

Para que lo entendamos mejor, 150 mtm es el equivalente aproximado a todo el dióxido de carbono que emite la ciudad de Nueva York durante un año.

Y una reducción del 25% de las emisiones de China, equivale a una reducción del 6% global.

 

Italia
Algo similar acabó pasando también en Europa, donde la oleada de confinamientos producidos también se ha traducido en una mejora drástica de la calidad del aire. En el norte de Italia, los niveles de dióxido de nitrógeno, son insólitos.
Tal como revelan y se puede apreciar en los mapas de datos satélites, en los que se aprecia una reducción significativa de la contaminación atmosférica coincidiendo con las medidas drásticas de confinamiento tomadas en los últimos días.

Venecia
Tal como hemos podido ver en las redes sociales, los canales de Venecia se muestran como pocas veces se habían visto antes, completamente limpios. En algunas zonas se han llegado a observar rincones con aguas cristalinas, incluso con algunos pequeños bancos de peces.

Y lo más insólito aún… ¡Delfines en los canales de Venecia! Todos estos animales, llegados desde la laguna o desde el mar.

Es evidente que con menos tráfico por los canales, los sedimentos arrastrados por las embarcaciones vuelven al fondo, reduciendo considerablemente el agua turbia y devolviendo a la ciudad de Venecia el esplendor y pureza de su belleza.

 

España
Según la organización de Greenpeace, el descenso en el tráfico por carretera, principal fuente de emisiones en España, permite registrar mínimos históricos en la contaminación del aire en la primera semana desde que se anunció el estado de alarma, que se cumple mañana.

Los valores medios de dióxido de nitrógeno en ciudades como Madrid o Barcelona, apenas alcanzan el 40% del límite fijado por la OMS y la UE.

Madrid
En Madrid, desde que el pasado 10 de marzo comenzaran con las primeras medidas de contención, como el teletrabajo o la suspensión de clases, los niveles de NO2 han bajado día tras día en la ciudad,

Esta reducción se hizo perceptible a partir de la aplicación del estado de alarma el sábado 14, medida que pasó a limitar drásticamente el uso del vehículo particular. Desde entonces, la media de la red de contaminación, apenas llega al 40% del límite legal, un umbral que Madrid ha incumplido cada año desde que en 2010 entrase en vigor la normativa europea.

Durante los días de confinamiento, los cinco distritos de la ciudad cuentan con medidas catalogadas dentro de la categoría “muy bueno” del índice de calidad del aire.

Barcelona
Por su parte, en Barcelona la contaminación ha bajado de forma muy similar. Desde la activación de la alerta el 14 de marzo los niveles de NO2 se han desplomado cumpliendo con creces el valor límite, que en 2019, por ejemplo, se incumplió en las estaciones más cercanas a lugares de elevado tránsito.

En este caso, los datos de la Generalitat, indican que las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) se redujeron a la mitad tras solo tres días de confinamiento.

En definitiva, una bajada sin precedentes que ha permitido reducir la contaminación en cuestión de horas. Está claro que el coche es sino el principal, uno de los principales contaminantes de cualquier ciudad.

 

Limpieza en la Atmósfera
Como podemos ver, no es necesario que pasen semanas ni meses para poder limpiar la atmósfera de aquellas ciudades con altos niveles de contaminación.

Han bastado unos días sin tráfico para poder apreciar que la calidad del aire sea notablemente mejor. Las sustancias que se generan cada día, son depuradas por la atmósfera en función de las condiciones meteorológicas, ya sea de forma horizontal (gracias al viento) o verticalmente, mediante los movimientos de aire entre las capas de la atmósfera.

 

Enfermedades Transmitidas por Animales
En los últimos 50 años, una serie de enfermedades infecciosas se ha extendido rápidamente después de dar el salto de los animales a los humanos.

Los humanos siempre han contraído enfermedades de los animales. De hecho, ese es el caso en la mayoría de las nuevas enfermedades infecciosas.

Pero el cambio climático está acelerando este proceso, al mismo tiempo que el aumento del número de habitantes en las ciudades y los viajes internacionales propician que estas enfermedades puedan propagarse más rápidamente.

En el caso del coronavirus, se cree que proviene de algún animal de un mercado de la ciudad de Wuhan. Además, resalta nuestro riesgo de contraer enfermedades transmitidas por la vida silvestre.

Si no comenzamos a tomarlo verdaderamente en serio, es probable que esto sea un problema mayor en el futuro, ya que el cambio climático y la globalización alteran la forma en que interactúan los animales y los humanos.

 

¿Cómo puede pasar una Enfermedad de una Especie a otra?
La mayoría de los animales transportan una gran variedad de patógenos: bacterias y virus que pueden causar enfermedades.

La supervivencia evolutiva del patógeno depende de la infección de nuevos huéspedes, y saltar a otras especies es una forma de hacerlo.

Los sistemas inmunes del nuevo huésped intentan matar a los patógenos, lo que significa que los dos están encerrados en un eterno juego evolutivo de tratar de encontrar nuevas formas de vencerse mutuamente. Es decir, lo que se acaba convirtiendo en una lucha entre el virus (coronavirus en este caso) y las defensas del nuevo huésped (ser humano).

El gran problema añadido, es que el cambio climático está alterando y eliminando los hábitats de los animales, transformando la forma en que viven y alterando quién se come a quién.

Por otro lado, la forma en que vivimos hoy en día, también ha cambiado. En la actualidad, el 55% de la población mundial habita en ciudades. Sin embargo, hace 50 años ese porcentaje era de tan solo un 35%. La comparación es considerable.

Estas ciudades más grandes, a su vez, ofrecen nuevos hogares para la vida silvestre. Desde ratas y ratones, hasta mapaches, ardillas, zorros, pájaros, chacales y monos, entre otros muchos, que pueden vivir en espacios verdes como parques y jardines, lejos de los desechos que los humanos dejan atrás.

Algunas especies suelen tener más éxito en las ciudades que en la naturaleza debido al abundante suministro de alimentos, lo que hace que los espacios urbanos sean un “auténtico lugar” de enfermedades en evolución.

Prohibición del comercio, venta y consumo de animales salvajes en China

Otra de las “buenas noticias”, en medio de todo esto, es la implementación de prohibiciones en el comercio de animales salvajes, ya que tal como decíamos anteriormente, se cree que el origen de este virus pudo darse en un mercado en Wuhan donde se vendían este tipo animales.

China, en un intento por controlar el brote, decretó e implementó el 24 de febrero una prohibición total del comercio, venta y consumo de animales salvajes.

La decisión, hecha por el Comité Permanente de la Asamblea Popular China, determina que el consumo y comercio ilegal de animales salvajes será gravemente castigado. También serán penalizados la caza y el transporte de estos.

Ahora la cuestión es, ¿será una decisión permanente? Esperemos que sí, por el bien de todos.

 

¿Qué Medidas Podemos Tomar?
Tanto las sociedades como los gobiernos, tienen la tendencia de tratar cada nueva enfermedad infecciosa como una crisis independiente, en lugar de reconocer que son un síntoma de cómo está cambiando el mundo.

Cuanto más cambiemos el medioambiente, más probabilidades de alteración sufren los ecosistemas. Esta situación, genera a su vez, oportunidades para que surjan nuevas enfermedades.

Tan solo alrededor del 10% de los patógenos del mundo han sido documentados, por lo que se necesitan más recursos para identificar al resto, así como a los animales portadores de posibles enfermedades.

Muchos habitantes de la ciudad valoran la vida silvestre urbana, pero también debemos reconocer que algunos animales conllevan daños potenciales.

 

Algunas Medidas de Prevención:
• Hacer un seguimiento de qué animales están llegando a las ciudades.
• Controlar si las personas están matando o comiendo dichos animales, o llevándolos a los mercados de los alrededores.
• Mejorar el saneamiento, la eliminación de desechos y el control de plagas, también son formas de ayudar a detener la aparición y propagación de estos brotes.

En conclusión, se trata de cambiar la forma en que se gestionan nuestros entornos y la forma en que las personas interactúan con ellos.

 

¿Cómo Evitar Futuras Pandemias?
Reconocer que están surgiendo nuevas enfermedades y que se están propagando de esta manera nos coloca en una posición más fuerte para combatir las nuevas pandemias que puedan surgir el día de mañana.

El avance científico y las grandes inversiones en salud global, significan que dicha enfermedad se manejaría mejor en estos tiempos o en el futuro.

A mediados del siglo XX, algunos en Occidente afirmaron que las enfermedades infecciosas eran conquistables.
Pero a medida que la urbanización y la desigualdad crecen y el cambio climático perturba aún más nuestros ecosistemas, debemos reconocer a las enfermedades emergentes como un riesgo creciente.

Debemos concienciarnos y mentalizarnos desde ya. La vida nos está dando un duro golpe del cual tenemos que aprender para corregir nuestros errores. El planeta es de todos, es nuestra casa. Luchemos juntos por “nuestro hogar”.