LA ECONOMÍA CIRCULAR Y EL RECICLAJE

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La economía circular es un sistema de aprovechamiento de recursos cuyo pilar es el uso de cuatro “R”: reducir, reutilizar, reparar y reciclar.


Se trata de un modelo que va más allá del reciclaje y que se propone ir a la raíz del problema para ofrecer soluciones viables. Con este modelo de gestión de los recursos que ofrece el planeta, se establece un ciclo circular que evita el derroche de los recursos naturales.

La economía circular apuesta por reutilizar materiales cuando su vida útil se agote, realizando este proceso de recuperación y reciclaje de la manera más respetuosa con el medio ambiente. Se trata pues, de un modelo en el que, sin olvidar lo económico, se prima el beneficio social y medioambiental, interrelacionándose de manera muy estrecha con la sostenibilidad.

Esto quiere decir que la economía circular, tiene como uno de sus principales objetivos, mantener el valor de los productos, materiales y recursos en la economía, durante el mayor tiempo posible.

Pero la economía circular, no sólo afecta a envases y al gran consumo, sino también a otros sectores como la construcción, en la gestión del agua o a la movilidad, en términos de transportes.


Características de la Economía Circular

La economía circular apuesta por el uso en lugar del consumo. Por eso, dentro de cada ciclo, los elementos se usan para, posteriormente, recuperar o restaurar en un sistema mucho más eficiente que las tradicionales economías industriales.
Los principios por los que se rige este sistema son los siguientes:

➢ Hay que preservar el capital natural.

➢ Debemos optimizar el uso de los recursos de los que disponemos. Un residuo puede convertirse en recurso.

➢ Los productos que ya no sirvan a las necesidades iniciales de los consumidores, pueden volverse a reintroducir en el circuito económico.

➢ La reutilización es clave para reusar ciertos residuos (o partes de ellos).

➢ La reparación de productos estropeados evita iniciar un nuevo ciclo de producción lineal que acabe en residuo.

➢ La energía que se utilice en la producción de bienes y servicios debe provenir de fuentes renovables.

➢ Eco-concepción. En la economía circular, se tienen en cuenta los impactos medioambientales a lo largo del ciclo de vida de un producto, y se integran desde la concepción, para llegar a soluciones más efectivas y respetuosas con el medio ambiente.

➢ Ecología industrial y territorial. La economía industrial, apuesta por el establecimiento de un modo de organización industrial en un mismo territorio para gestionar de manera más óptima los flujos de materiales, energía y servicios.

➢ Economía de la funcionalidad. Se fomenta el uso frente a la posesión.

Transición de la Economía Lineal a la Economía Circular

El cambio de un modelo de economía lineal a un modelo de economía circular es uno de los grandes temas a los que se tiene que enfrentar el ser humano en la actualidad.

Actualmente, y a pesar de que en los últimos años haya ido perdiendo fuerza, el sistema económico-ambiental que predomina en la sociedad mundial es el de la economía lineal, que básicamente consiste en comprar, usar, desechar. 

Evidentemente, este es un sistema que perjudica gravemente los espacios naturales y contamina el medioambiente, ya que los desechos tienen un elevado índice de contaminación y se van acumulando hasta llegar a unas dimensiones preocupantes.
Pues bien, una forma viable de disminuir este frenético sistema generador de basura contaminante, pasa por la aplicación de un sistema económico-ambiental que permita alargar el ciclo de vida de los productos y que reduzca de forma considerable la creación de residuos.

De esta forma, la economía circular se propone como la alternativa lógica para evitar las drásticas consecuencias que puedan acarrearse por el simple hecho de continuar aplicando la economía lineal.

Claro que para eso, los primeros que debemos tomar conciencia de este problema somos nosotros, los propios consumidores, ya que los “grandes responsables”, ayudan directa e indirectamente a contribuir al consumismo y compra de productos considerados no esenciales.

En cuanto a la economía circular, como ya hemos visto, se define como una estrategia económico-ambiental que tiene por objetivo reducir tanto la entrada de los materiales, como la producción de desechos vírgenes.
De este modo, se crea un bucle o círculo cerrado donde los materiales que han sido desechados son tratados para posteriormente volver a introducirse en el sistema de producción.

 

Ventajas de la Economía Circular
Estas son las principales ventajas y beneficios de la economía circular tanto para las empresas como para la sociedad:

• La economía circular aporta beneficios para todos, ya que reutilizar recursos es más rentable que crearlos de cero, con el coste económico y de producción que ello conlleva.
• En este modelo se cuida el medio ambiente al evitar que proliferen los residuos y apostar por el reciclaje.
• Es un sistema rentable. Reducir, reutilizar, reparar y reciclar permite a las empresas aprovechar mucho más los materiales.
• Permite el desarrollo de la innovación en el tejido económico y social para ofrecer nuevas sociales.
• Promueve puestos de trabajo.
La Importancia del Reciclaje
La generación de residuos, no deja de aumentar desde el desarrollo industrial. Por lo que en este sentido, aportar nuestro granito de arena, desde los hogares hasta las empresas, se convierte en algo fundamental. Las famosas «R’s» de la ecología o sostenibilidad, son más que las clásicas tres o cuatro existentes.

Según qué autores o sitios consultemos, se agregarán desde hasta siete conceptos diferentes que conforman la economía circular. Estos son: Rediseñar, Reparar, Renovar, Recuperar, Rechazar, Regalar, Repensar, Revender.
Dentro de estas «erres», nos centraremos en el reciclaje. Y dentro de éste, hablaremos más específicamente sobre las diferentes máquinas de reciclaje y sus usos.

Tipos de Máquinas de Reciclaje
Las máquinas de reciclaje cumplen una función primordial a la hora de reducir el impacto de las actividades, ya que contribuyen al ciclo integral del producto dentro de la economía circular. Además, son muy eficientes para las empresas, y generan un menor gasto energético.

En cuanto al tipo de máquinas de reciclaje, podemos encontrar algunas de diferentes formas: verticales, horizontales, auto compactadoras, compactadoras estáticas, briquetadoras, trituradoras (con distinta cantidad de ejes), pelacables, prensas compactadoras y compostadoras.

A continuación, mencionaremos algunas de las más comunes:

Compactadoras
Son las más utilizadas. De manera sencilla, permite aplastar y compactar cartón, plástico y aluminio, principalmente. Algunas compactadoras también pueden trabajar con grandes cantidades de residuos orgánicos.

Retrocompactadoras
Son automáticas, permiten gran carga, son más silenciosas y permiten la autonomía. Son más caras que las compactadoras estáticas. Sin embargo, aumentan el tiempo de producción y son de las más solicitadas.

Prensas de Reciclaje Vertical
Son muy eficientes, pues consumen poca energía y hacen mucho trabajo, al achicar al máximo el volumen del material. La forma permite que se ubiquen en casi cualquier espacio. Entre las prensas verticales están las hidráulicas, de basura y de botellas y latas.

Prensas de Reciclaje Horizontal

Son de mucho mayor tamaño y aunque rinden y ofrecen diferentes formatos, son más difíciles de ubicar.
En resumen, distintos tipos de máquinas de reciclaje permiten una gestión integral de los residuos en base a su origen y/o sector en particular. De esta forma, se logra trabajar sobre los diferentes campos de la sostenibilidad, que contribuyen a disminuir el impacto de las actividades en nuestro planeta Tierra.


El Plástico: uno de los mayores problemas
El plástico es uno de los mayores problemas que tiene el medio ambiente debido a su uso desmedido, sin embargo, no todo está perdido.

La economía circular, juega con la ventaja de que el plástico puede tener mil y una vidas, ya que es un material altamente resistente y muy moldeable, por lo que este material, tan contaminante para nuestros océanos, se ha convertido en un elemento clave de esta economía.

En este sentido, la Unión Europea ha dado un paso de gigante prohibiendo la venta de productos de plástico virgen de un solo uso, que suponen el 70% de todos los residuos marinos.

Veamos pues, algunos de los impactos clave más beneficiosos del reciclaje de plástico:

➢ Reducción del Uso de Plástico Virgen
Parece casi imposible no usar plástico virgen, pero puede ir reduciéndose poco a poco, bien sustituyéndolo por plástico reciclado o por productos hechos con otros materiales. Por ejemplo, elegir bolsas de basura hechas con plástico reciclado que sean, a su vez, reciclables.

Otra opción en los supermercados, pasa por no utilizar sus bolsas de plástico para comprar a granel y sustituirlo por cestas.

➢ Ahorro de CO2
El daño del plástico en el medio ambiente no se centra solo en los mares y océanos, también afecta a la calidad el aire, ya que su descomposición emite gases nocivos como metano y etileno. El ahorro de 7.621 toneladas de CO2 ha sido posible en 2018 gracias al reciclaje y consumo responsable. Para absorber esta cantidad serían necesarios 38.106 árboles.

➢ Reducción del Uso de Petróleo
En la producción de productos de plástico uno de los elementos requeridos es el petróleo, que además el altamente contaminante. Por ello, si apostamos por el reciclaje, podemos contribuir reducir el uso de petróleo.

 

Concienciación de las Empresas
El cuidado del medio ambiente ya no pasa solo por reciclar aquellos residuos que generamos, sino sobre todo por generar menos residuos. Un cambio de prototipo para evolucionar de una economía lineal en la que se produce, se usa y se tira; a una economía circular en la que se reduce, se reutiliza y se recicla.

Una transformación que no solo debemos realizar a nivel individual, sino también a nivel empresarial.
El sistema de la economía circular, por tanto, no solo va dirigido a los sectores públicos encargados del desarrollo sostenible, sino también a todas aquellas empresas privadas que buscan obtener beneficios tanto económicos como sociales y ambientales.

En definitiva, la economía circular es un concepto económico que se encuentra estrechamente relacionado con la sostenibilidad. Su objetivo consiste en que el valor de los productos, los materiales y los recursos naturales, perduren en la economía durante el mayor tiempo posible, reduciendo considerablemente la generación de residuos.